miércoles, 13 de febrero de 2013
Robert Wolcott defiende un nuevo paradigma vital
"Valores como el optimismo son los que nos harán crecer"
El principal freno al desarrollo económico, tanto en España como en otros países del sur de Europa, no viene impuesto por causas ajenas a nosotros mismos. Las responsabilidades se suelen diluir señalando a los mercados o los gobiernos que, lógicamente, manejan ciertas herramientas para enderezar la situación. Pero “si algo está diferenciando a las economías que siguen prosperando frente a las que se estancan, eso es la cultura”, junto a valores fundamentales como “el optimismo y la capacidad de superación”. Esta es la óptica, a caballo entre el humanismo y la economía, de Robert Wolcott, director ejecutivo de la Escuela de Negocios Kellogg de Estados Unidos y cofundador de la Kellogg Innovation Network, que ayer participó en un encuentro en Madrid sobre cómo recuperar la senda del crecimiento. Allí estuvieron presentes miembros del Gobierno, como Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro o Dolores de Cospedal, así como representantes de las principales empresas del país.
Wolcott reduce las causas del actual contexto económico a un problema de mentalidad, según explica a El Confidencial. Desde su punto de vista, hemos sobreestimado el fracaso, un concepto que ni siquiera debería estar en el imaginario colectivo, bromea, pues dice no entenderlo más que “como un proceso de aprendizaje” que todos deberíamos experimentar. En España, continúa, “si intentas crear un negocio y no triunfas se dice que has fracasado y se te ve como una persona ‘non grata’. En cambio, si esto mismo te pasa en EEUU no tendrá connotaciones negativas, incluso lo resaltarás en tu currículum y los inversores o los empresarios lo tendrán en cuenta como positivo porque eso quiere decir que eres emprendedor, capaz de afrontar nuevos retos y con bagaje a tus espaldas”.
Los esquemas culturales determinan así la economía de todo un país, y aunque Wolcott reconoce las serias dificultades para modificarlos, no cree que sea una opción si realmente queremos recuperar la senda del desarrollo. El Gobierno es el principal actor para colocar estas nuevas bases, que según el ejecutivo norteamericano pasan por generar un nuevo ecosistema de la innovación, con un gabinete que asesore, facilite, e incluso financie a los emprendedores. Una especie de networkingque recupere el optimismo de los españoles y aproveche las potencialidades de la generación de jóvenes mejor formada de la historia y de los sectores tradicionalmente ventajosos del país. De lo contrario, advierte, “migrarán a Berlín, donde sí se está fomentando esta cultura del emprendimiento”.
Los rasgos culturales que determinan el éxito de una sociedad no son para Wolcott unas condiciones específicas de los emprendedores. En realidad son formas de enfrentarse a la vida que todos deberíamos potenciar, tanto en el terreno laboral como el humano. El economista norteamericano los sintetiza en tres puntos.
- Apuesta por lo que crees. “Muchas veces se tiende a pensar que las personas que emprenden, innovan o invierten son amantes del riesgo, como si les gustase cruzar la calle por el medio de los coches o conducir por la autopista a 200 kilómetros por hora”, ironiza el norteamericano. “No se trata de eso, pero sí de decisiones que se suelen considerar un riesgo, como que alguien deje su puesto de trabajo para crear su propio negocio”, como suele ocurrir en España. “Si sabes ver una buena oportunidad tienes que apostar por ella. Entiendo que es una manera diferente de ver la vida, pero no comparto que sea un riesgo, sino una manera de buscar el éxito”.
- Supera tus propios límites. “La capacidad de superación es difícil porque desde pequeños, la mayoría de sistemas educativos te constriñen al subrayar nuestras propias limitaciones. Primero hay que poner encima de la mesa las metas y las oportunidades para, en segundo lugar, analizar las limitaciones con la intención de descubrir cómo superarlas”.
- Nunca dejes de cuestionarlo todo. “En base a mi propia experiencia he visto siempre esta misma característica en las personas que han triunfado. Todos ellos están siempre haciéndose preguntas para acabar planteándose cuestiones a las que otros nunca llegarían. Al final se trata de gente muy curiosa que, lógicamente, cuentan con un cierto nivel de optimismo” para materializar sus sueños.
Hacia un nuevo paradigma económico
Otra de las cuestiones fundamentales que defiende este economista norteamericano es que Internet y las nuevas tecnologías son la base de un nuevo paradigma económico, lleno de oportunidades, del que España no puede seguir manteniéndose al margen. Por un lado, cree que la crisis está siendo tan profunda por la incapacidad para adaptarse a este nuevo paradigma y, por otro, la salida será mucho más difícil si no se aprovechan las ventajas de la economía digital. “Empresario y políticos deben creerse que internet abarata los costes y ofrece muchas más posibilidades”.
A pesar del retraso acumulado, Wolcott entiende que nunca es tarde y que todavía se pueden aprovechar muy bien las posibilidades tecnológicas. “Es cierto que se parte con desventaja, pero al mismo tiempo, al empezar casi de cero el espectro de oportunidades es mucho mayor y la velocidad de crecimiento también. Al fin y al cabo no es tan negativo llegar tarde porque puedes aprender de cómo lo han hecho los demás”.
Al llegar a este punto, vuelve a incidir en su propuesta de aprovechar internet y la tecnología para desarrollar un ecosistema de innovación y, de esta manera, estimular el crecimiento económico en España. “Definitivamente, si se crea esta estructura, la gente se animará a emprender y a innovar, al tiempo de que las oportunidades se seguirán abriendo de manera exponencial”. De lo contrario, deduce que la evolución del país nunca será posible y no ahorra en exageradas comparaciones para visualizar el suicidio colectivo que supondría: “Que España no crea en internet es como si los Reyes Católicos no hubiesen apostado por Cristóbal Colon”.
Sopa de quinua
Ingredientes:
Carne de pollo o de ternera (punta de pecho), quinua, zanahoria, calabaza, habas, puerro, patatas amarillas, cilantro y perejil .
Preparación:
Hervir la carne en agua, con muy poca sal, hasta que esté tierna.
Agregar la quinua y dejar hervir por 20 minutos, luego agregar los demás ingredientes y dejar cocer por 10 o 15 minutos más.
De ser necesario agregar un poco más de agua. Adicionar la sal que falte después de que hierva la quinua.
Echar el perejil y el cilantro picadito al final.
Carne de pollo o de ternera (punta de pecho), quinua, zanahoria, calabaza, habas, puerro, patatas amarillas, cilantro y perejil .
Preparación:
Hervir la carne en agua, con muy poca sal, hasta que esté tierna.
Agregar la quinua y dejar hervir por 20 minutos, luego agregar los demás ingredientes y dejar cocer por 10 o 15 minutos más.
De ser necesario agregar un poco más de agua. Adicionar la sal que falte después de que hierva la quinua.
Echar el perejil y el cilantro picadito al final.
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